Bullhead

Rundskop (2011) . Micheal R. Roskam

  De momento el cine belga sigue sin defraudarme. Jack Vanmarselline es un atormentado chicarrón del norte que se dedica a la ganadería y sabe un poco de cómo hormonar a sus rexes para que sean más productivas. En una de estas entra en contacto con unos contrabandistas flamencos que desean expandir su negocio cárnico ilegal y empieza la fiesta.

En esta obra novel habría que destacar su oscura y opresiva ambientación que tanto les gusta por estos lares y una cuidada fotografía. Cuenta con un ritmo narrativo muy propio, presentando poco a poco a los personajes principales con sus ocultas motivaciones, que me devoró desde su inicio hasta escupirme en los créditos. Aunque navega por mareas trágicas no se olvida de dar destellos de humor negro que siempre están bien.

Está claro que el peso argumental reposa sobre los anchos hombros del protagonista (Matthias Schoenaerts) con su soberbia interpretación que tiene que lidiar con un gran conflicto interno y espero que no tarden en fijarse en él para futuros proyectos. El resto del elenco no se queda muy atrás suya, como por ejemplo el personaje de Diederik (Tibo Vandenborre) y algunas caras del resto ya me empiezan a ser conocidas.

Para mi este director y guionista ha demostrado un gran talento en el manejo de los tiempos y en la tensión que se palpita y transmite en cada uno ellos, hilando una trama interesante. Sólo consiguió ser nominada a mejor película de habla no inglesa, pero bueno.  Estaré expectante a su prometedora carrera.